El viento desgarro a la noche entre los arboles
rompió su sombra en los paredones del fondo
los que defendían y debastaban la casa
el viento abrió el mundo del perfume, pero también el de la distancia
se vistió de polen al pasar por los labios de los jardines
y se desnudo al caer las primeras lágrimas de las nubes blancas
el amanecer mordió sobre los techos, todas las esquinas
todos los silencios levantaron sus crestas doradas
y entre las macetas los seres del rocío que aun dormían
al ver la luz olvidaron el mapa de sus casas
las rutas se convierten en cintas, y flamean como banderas sin estados
todos los motores se convierten en estrellas sobre el agua o el asfalto
hay almas que se elevan mientras otras descienden solo a jugar en los arboles
el cementerio escupe sus huesos
como un perro que rechaza un bocado
las entrañas de la tierra no nos quiere muertos
solo despiertos en su piel sagrada.
Me gustó mucho "las entrañas de la tierra no nos quiere muertos, solo despiertos en su piel sagrada"
ResponderEliminarTus palabras calan hondo, precisan muchas lecturas, un placer.
Gracias Pilar, es un placer tu visita por este lugar.
ResponderEliminarUn abrazo.