A penas recuerdo mis pies de otras vidas
Pero la tierra sobre la que anduvieron, los colores y los perfumes de aquellos paisajes, como la huella del otoño en el jardín siguen intactos
Mi piel es tan parecida a la superficie de la luz del campo
Que puedes ver sobre mi tantas mariposas y aves como en aquellos arboles y lagos
A veces los peces de mis ojos se asoman en el tiempo de las gotas que los rebalsan
Y nacen marineros del brillo y de la sal de mis ojos de ahora gastados
A veces el perfume me devuelve la quietud del descanso
Del hogar, de saber que he llegado, sin saber aun a que lugar pero he llegado
Y tú estás como una presencia suave
Cálido árbol blanco, en el mismo campo junto al mismo lago rodeado de mariposas y aves de luz y de aire que son mi paisaje y mi perfume sagrados.
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