domingo, 17 de abril de 2011

Lo que no quisiera escribir II

Lo intente porque cuando te conocí, juntos fuimos como la primer mañana que vio al mundo y nuestros rostros se hicieron de agua sobre las montañas y sobre los caminos, lo intente porque cuando te conocí no había nada mas en la tierra tan valioso como tus manos abiertas sobre las mías.

Lo intente porque cuando te conocí venias con tu armadura, con tus armas, tus dragones,  tu manada esperaba al costado del camino, lo intente porque te vi dejar tu espada, vi como despedías tu  pasado al entrar en mi mundo.
Lo intente porque viste las luces que vieron mis ojos, porque hiciste que mis garabatos bailen como esferas mágicas llenas del color que les dábamos cuando nos encontrábamos solos.
Lo intente porque sentí que eras el hombre después del hombre, porque eras el árbol más fuerte en el valle de mis dolores, lo intente porque sentí que eras el amanecer de mi noche, la voz de mi corazón, la luz de mi interior la pagina que le faltaba a mi historia
Lo intente porque me gustaba perderme en tus labios y encontrarme dormida en tu abrazo inundada de tus ojos
Lo intente porque me protegías de todos los demonios, de todos los monstruos de la ausencia, de todas las tormentas oscuras del silencio y el abandono, lo intente porque encontré el amor en tus ojos
Lo intente porque el amor se vestía de tu rostro.
Lo intente porque la luz se vestía de tu rostro
Lo intente porque mi mundo se vestía de tu rostro.

Lo intente corazón, lo intente con el alma, pero el alma se me parte hora tras hora, lo intente hasta desgarrarme en tu silencio, hasta desgarrarme en tu enojo, lo intente hasta que tus palabras perdieron el cariño y llamaron la tormenta a tu rostro, lo intente, pero no me quedan escudos, estoy con el alma desnuda a las flechas y las lanzas de tus abandonos, lo intente hasta que desperté y me di cuenta que lo intentaba sola.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.