Sé que será la lluvia la última dama que me hablara del perfume de las cosas vivas
Será como el ángel de la luz y de la humedad que late y brilla sobre el suelo en círculos
Sé que serán mis manos nuevos seres al renacer de su voz liquida
Ay abril de los ojos como mares que presionas mi cuerpo hasta que se me sale el alma en estos dolores del lenguaje vivo-muerto
Ay abril de los ojos mares, de los ojos simples, de los ojos buenos, no estoy dispuesta a morir de tu mano lluvia o de tu abrazo fuego
Aunque todos los arboles de tu paisaje me recuerden que también fui árbol, que fui cuna y que fui un barco pequeño, aunque todos los insectos me recuerden que también fui larva, fui hormiga, y fui un ser de alas bebiendo de las flores la forma de mi vuelo
Ay abril, apaga mis ojos y el mar, y sus bestias, que no se caigan los barcos de mis lagrimas sobre mi pecho, porque todos esos hombres y sus nombres se ahogaran en mi piel, filtraran por mi carne llegaran a mis huesos, masticaran con fuerza hasta fracturar mi pecho, no me lleves abril a secarme en el árbol como la primer hoja muerta de frio por su propio fuego.
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