Lo que dejas al silencio… esa casa que abandonas sin techo para la lluvia, la encontraras desecha a tu regreso, habrás construido unas ruinas.
Lo que dejas a la sombra ese lugar que apartas del amanecer y de la luz, ese lugar que abandonas en el jardín, lo cubrirá la hierba, lo tapara la tierra, se habitara de piedras y se perderán las flores, y las aves no regresaran a él, porque cuando lo abandonas la sombra se siente su señora se siente el ama de todas las cosas solas y levanta su bandera dolorosa sobre la tierra que tu abandonas, lo que dejas a la sombra no tendrá luz.
Lo que dejas a la muerte, lo que ya no te importa, eso que ahora ignoras, es bebido por el silencio, es bebido por las horas, cuando regreses, las fuentes de la vida, los lagos, los arroyos, los ríos verdes, mansos y cristalinos, germinaran arena, arena y tormenta de su vientre claro… nacerán nuevas piedras, y la sequia se alzara como una nube cubriéndolo todo, porque aquello que dejas a la muerte no latera vida, no respirara luz, no despertara en música.
Cuando en la puerta del mundo que hemos construido decidas apagar las luces de la habitaciones del amor, la oscuridad se convertirá en distancia, el silencio se convertirá en dolor, y allí donde estaba mi alma, tomando las manos de tu alma, ya no habrá música, no habrán aves, no habrá cielo, porque el abismo es más profundo cuando abandonas que cuando te lanzas al amor.
El abismo es más profundo en la noche, porque las oscuridades son hermanas, y ellas hacen las maletas en esta habitación, han preparado las maletas con todos nuestros recuerdos, todos lo que ignoras y los guardan junto a mis palabras y a mi corazón.
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