jueves, 27 de enero de 2011

No me puedo desprender

Si nada existe, porque me estoy muriendo todas las noches y sin embargo no me muero?

A dónde van mis palabras frías
Tus palabras frías y el dolor del amanecer sobre los ojos
Ese dolor de luz primera que viene rompiendo cielo con sus fulgores

La maquina suena  porque está podrida de rutina igual que mi espíritu
Siento mis cadenas pero no están, nadie las ve yo no las veo
Pero no puedo salir de este sitio
Mis brazos están tan firmes en mi cuerpo
Pero una  sierra podría ayudarme a desprenderlos
Mi cabeza esta tan firme de mi cuerpo
Pero cualquier filo podría liberarme de ella
Pero qué es lo que pasa con mi alma
Que aunque corte y mutile no se va no se va
Esta aquí con sus colores y sus perfumes llorando dentro de mí
Buscando huecos en mis ojos que solo escupen lágrimas celestes todas las noches
Nada de lo celeste va bien con el final del día
Nada va bien con los monstruos de las sombras
Menos mis lagrimas y sus brillos

Si nada existe, todo es un paisaje de orillas y silencios
Todo se mueve en los bordes en los extremos
Si no conocemos la profundidad
Si mis pies parecen tocar la tierra
Y mis dedos parecen llegar al cielo
Porqué no puedo hacer como los demás

Responder a la rutina
Caminar a prisa
Sonreír de la estupidez del día
Porqué mi dolor es un dolor de diez cabezas
Porqué  mi vida es una serpiente de diez cabezas
Que solo sabe morderme día a día
Día a día


Si mi corazón puede salir de mi cuerpo
Si abriendo esternón y mis  costillas
Si desgarrando músculos y arterias
Puedo quitarlo de mi cuerpo
Porqué no pasa lo mismo con mi espíritu
No sé dónde más desgarrar
Dónde más quebrar
Qué arrancar

Puedo cortar mi cabello
Puedo cortar mis brazos y mis piernas
Me puedo arrancar el corazón, el hígado y todos y cada uno de mis nervios
Puedo observar mi cuerpo desgarrado
Puedo oler la sangre formando dibujos sobre mi piel
Tiñendo el aire con su aroma fresco
Pero no me puedo desprender de mi cuerpo

No me puedo desprender de mi cuerpo
No me puedo desprender de mi cuerpo
Intento con palabras
Intento con gritos
Intento con lágrimas
Intento con perfumes, con hierbas
Con tierra y con fuego

Pero no puedo desprenderme de mi cuerpo

No me puedo desprender
No me  puedo desprender.

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.