sábado, 8 de enero de 2011

La isla de cristal, o miskia.

Léase con cuidado, esto es solo  una descripción del lugar más bello que recuerdo.


La isla de cristal.
O miskia.

Nueve lunas por cada espíritu sagrado, perfuman el cielo.
La luz es sinónimo de perfume, igual que lo es color, en Annwyn la isla de cristal que recuerdo sin necesidad de soñar.
Cada luna es la protectora de un reino, pero no están quietas, pueden visitarse entre ellas, tomar cuerpo similar al humano para descender y nadar en los lagos, incluso hay tres lunas a las que les gusta pasearse entre los campos con las otras hadas y participar de sus juegos.
En Annwyn, o miskia para los humanos, los seres mayores son las hadas blancas, le siguen los magos, y los caballeros protectores de Lili, la luz protectora del árbol blanco, pero también hay dragones, forma que ha tomado toda criatura humana para poder pertenecer a este mundo, en el son criaturas salvajes que deberán atravesar un largo aprendizaje para convertirse en humanos, luego en magos, y al fin seres de luz.
Lo que más me gusta de este lugar son sus paisajes, sus perfumes, la música que se eleva de los amaneceres, el silencio que cubre sus noches, la forma oceánica del cielo cuando no hay luna, como las bestias de su interior se atreven a descender hasta la tierra o hasta los lagos, y demostrar su naturaleza de peces, sirenas, o tortugas.


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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.