Léase con cuidado, esto es solo una descripción del lugar más bello que recuerdo.
La isla de cristal.
O miskia.
Nueve lunas por cada espíritu sagrado, perfuman el cielo.
La luz es sinónimo de perfume, igual que lo es color, en Annwyn la isla de cristal que recuerdo sin necesidad de soñar.
Cada luna es la protectora de un reino, pero no están quietas, pueden visitarse entre ellas, tomar cuerpo similar al humano para descender y nadar en los lagos, incluso hay tres lunas a las que les gusta pasearse entre los campos con las otras hadas y participar de sus juegos.
En Annwyn, o miskia para los humanos, los seres mayores son las hadas blancas, le siguen los magos, y los caballeros protectores de Lili, la luz protectora del árbol blanco, pero también hay dragones, forma que ha tomado toda criatura humana para poder pertenecer a este mundo, en el son criaturas salvajes que deberán atravesar un largo aprendizaje para convertirse en humanos, luego en magos, y al fin seres de luz.
Lo que más me gusta de este lugar son sus paisajes, sus perfumes, la música que se eleva de los amaneceres, el silencio que cubre sus noches, la forma oceánica del cielo cuando no hay luna, como las bestias de su interior se atreven a descender hasta la tierra o hasta los lagos, y demostrar su naturaleza de peces, sirenas, o tortugas.
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