Me estorba esta música de monstruos, de debajo de mi cama, ya no se a quien culpar por este insomnio.
Tu espectro no encuentra una sabana de su talle, para venir otra vez a asustarme, mientras congelo las sombras de mi respiración en el aire que se enfría solo cuando te pienso.
El cosmos es una forma particular de existencia que nos olvida.
Somos dos astronautas perdidos en el silencio de la razón y la ciencia.
Cuanto oxigeno nos queda en el recuerdo hasta olvidarnos.
Paso a paso que doy se que muero, estas muriendo, mi mente no puede resguardar tu nombre por mucho tiempo.
Llegara la noche y me dolerás menos, mi estomago no abrigara esa estrella que palpita por tu cara.
Llegara la noche y seremos otra vez seres que en la distancia se quieren menos que lo que se quisieron cuando los sonreía la mañana.
Ya acepte la voluntad del hielo sobre la anestesiada humedad de mi almohada, verticales senderos de luces desde mi ojos mientras la madrugada me besaba angustiada.
Ya acepte la voluntad de esta soledad que responde a mis gritos, con sus miradas de luna apagada.
Es extraño saber que me dueles en los tobillos cuando intento caminar cerca de tu casa.
Mis silencios se ahogaron en el fondo de un café que me sabia a mariposas en pleno mes de julio, no quiero decir otra vez .. abril te espera como una niña descalza entre las flores amarillas del olvido, y los ruiditos de las hojas que pisabas.
No me gusta el café, ni el mes de julio, me gusta recordar los coloridos duendes que se dormían en tus hombros, mientras nosotros caminabamos la plaza.
Los dolores del amor pueden traer color a la vida como una mariposa que da vida a la primavera, en abril y julio siempre traerá calor ... de calor de nuevas pasiones.
ResponderEliminarUn texto bello
bejos