miércoles, 6 de enero de 2010

Otra forma de hablar

Estoy casi dormida, y repito estas palabras desde el ser de mi sueño, desde lo que soy cuando duermo, y mis prejuicios no detienen a mis palabras.

Casi hablo desde la profundidad de mi desvelo, anestesiada de mi locura y mis dolores del día.

Casi, perdida en la oscuridad de la noche, que trae los sonidos de la lluvia y las melodías de las damas que repiten sus canciones estúpidas.



Perdoname esta noche de las falsas despedidas.
Cuando la luna nos espía desde su ojal,
mis ojos durmieron todas las luces en otro tiempo
donde no te pude encontrar.
Desnudo este corazón oscuro e insomne frente a tu puerta,
y seré otra vez... ésta puta triste que te espera ... que te sueña.

Caminar.
Camino porque estas malditas alas de cartón no e elevan.
Me condeno pasiva a la luz que postergas,
desde tus manos a mis formas imperfectas.
Cálidas manos, pero enfermas.

Te siguen dibujando mis fantasmasm sobre sus vestidos blancos y grises.
La niebla que despiertan sus garabatos, me sumerge y te recuerdo.
Ojos de principio y fin.
Muerte sobree l umbral de todas las cosas.
Muerte sin renacer.
Pena, cansancio, fastidio, locura,
y muerte otra vez.

Sobre el mundo y los techos de la ciudad dormida,
cae con el peso de su música, el hada insoportable del amor.
Nos mira, nos sonríe, y nos golpea con su puño reparador.
Luego nos abandona enfermos de sensaciones.
La luna es el lago que nos alimenta, todo lo observa,
nos acompaña simple y llena.

Sobre el árbol de la muerte,
dejamos una canción.
El viento aburrido simplemente la olvida,
pero las ramas que enredan mis deseos la renueva
y de noche cerca de las 23:30 se despierta como un grito desgarrador.

Ahora espero morir otra vez,
hacer luto unos años,
callar tanta estupidez.
Dormir sobre los ojos la imagen de tu rostro,
cuando aun no te conocía,
y sabia o simplente... sentía.

1 comentario:

  1. La soledad de la extrañeza es como un manto que cubre pero no abriga nada a veces, sin embargo a veces es lo mejor... Tú tratas de tranquilizarte, tratas de estar en equilibrio asi sientas pena y aun asi quieres más

    Es muy bello, muy bello...

    Un abrazo largo...

    cuidate mucho

    andrés

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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.