Los grillos se suicidan de las hojas y ustedes creerán que es el rocío
Porque no llevan en los ojos el mundo que llevan los míos
Ojos de cristales que me muestran el mundo verdadero, el mundo desconocido
Supe bajar por las montañas como el agua
Y todos me llamaron rio
Supe llevar sobre el cabello plumas y creyeron que era una calandria
Un ave de vuelo pequeño, de tierno nido
Pero no soy lo que ven, ni lo que quieren
No tengo cuerpo
Soy solo espíritu
Cuando al fin se abren los ojos, se abren los portales
Nuestro nombre despierta de su tumba cotidiana
Y responde melodiosamente al color de los grillos, que no se suicidan
Porque prefieren ser perfume y evaporarse desde los ojos
De los ciegos que buscan con la lengua
Lo que la vista le niega hasta en sus oídos
No importa cuánto les grite
No importa cuando me descalcé en los valles
Cuando me desnude en los caminos
Cuando hice el amor por primera vez en el rio
Siempre soy piedra silenciosa, porque no comprenden
Que no tengo cuerpo
Soy solo espíritu.
Es necesario ser consciente de la presencia, verdadera, del propio espíritu. Del carácter transitorio de lo material. Gracias, amiga por decirlo con tanta valentía, con tanta sinceridad, con tanto grito.
ResponderEliminarQue su espíritu siga adelante.