Quiero aturdirme de cielo
Y aunque no sea la lluvia la mejor hermana de la esperanza
Quizás alivie, lo que no alivia el olvido
Quiero mis manos como nobles campanas
Enormes, acústicas y metálicas
Que cuando no suenen, porque no avisan llegadas, ni nuevas horas
Se conviertan en espadas
Y un talan talan, anuncia el filo sobre mi cuello
Y otro talan talan, corte el silencio
… Ay mi dios yo sin religión y vos tan suelto
Flotando y hundido por el mundo, o por el cielo
Mientras te encuentro, jugare con los dragones de mi cuerpo.
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