(aunque no tenga sentido, escribir lo que no vas a leer, decir lo que no puedes oir, simplemente, ya sabes sobre todos mis rituales para despedirme)
Ciertas cosas, están sobre nuestros rostros y nuestras manos sobre volando.
y aunque en silencio y en la distancia, cada uno en su templo de luces y fantasmas.
puedo sentir la dirección de la mirada de tu alma.
Parece que no nos hablamos,
que un silencio profundo,
silencio de distancias profundas e internas, nos devoro la voz.
Absurdo juego de miradas,
emancipando los cuerpos de las profecías del alba,
absurdo juego de palabras.
Pesan los verbos sobre las calabazas,
nacerán mas hadas...
No quiero mas colores para cubrir la oscuridad de mi templo.
¿es, otra vez la ronda, otro ritual que no quiero?
Me persiguen todos tus duendes cuando camino,
cuando me desprendo de mi cuerpo, y recorro los arboles.
Cuando encuentro las perfectas flores amarillas
que olvidaron los espíritus dormidos.
Igual nos despedimos.
Igual desde mis manos,
las luces del universo estallaron en aves del desamor.
...la infinitud es... mirar ese punto que no esta en ningún lado.
Es un punto en el espacio, que transporta la mirada lejos de la razón.
Las hadas de los zapallos, conservan sus vestidos.
Los duendes de la plaza, empezaron su canción.
las flores amarillas, me hablan al oído.
Alguna vez entendí, sobre vos sin mi, sobre mi sin vos.
No quiero volver a la protesta sobre la cama.
No quiero hacer una historia con la historia de los dos.
Tal vez si no hubieras muerto desde mis ojos.
Tal vez si no hubiera desaparecido por tu mano.
..si desde la oscuridad de la tumba cotidiana, nos miramos.
..si desde la superficie del lago vemos las esferas de nuestros espíritus volando,
desprenderse del espejo del cielo, para ser parte del aire, para ser parte del milagro.
Tal vez si no hubieras muerto, desde mis ojos cansados,
ahora que si veo...
que mis ojos escupieron los fantasmas que gritaban cada vez que nos buscamos.
...ahora, que si veo, la oscuridad no me asusta tanto.
Veo los seres que se desprenden desde mi boca
y van a parar a esos oscuros sitios profanos.
Tal vez si no me hubieras desaparecido desde tus labios,
si no me hubieras devuelto a mis formas del barro.
...ahora mi barrilete se enreda en los arboles de las casas de las brujas,
oigo sus gritos, los anuncios de sus profecías.
Tengo que cortar todas mis extremidades, para desprenderme del árbol.
Tengo que incendiar mis colores, unirme a la voluntad del fuego,
para ser humo y alejarme de los gritos invernales.
Para ser nube que se parece a tus sueños, cuando crees que me olvidas.
martes, 22 de diciembre de 2009
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Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.
Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.
Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.
bela tu poesia
ResponderEliminarQuerida amiga especialmente para usted, deseo de una feliz Navidad y un buen año
Antonio Veiga