Esto de llevar en el cuerpo la herencia de mis ancestros, pesa igual que el cielo y el infierno, batallando dentro de mi torrente sanguíneo se suceden incansables…. incendios y tormentas.
Peces que se convierten en estrellas y se reflejan en el espejo universal.
Desde este azul profundo… en la distancia, la sombra de todas las cosas parece tragarse al noble animal de mi espíritu. Pero no lo dejo, no se lo permito, avanzó sobre los abismos a paso de nube.
A veces en naves de humo que salen de tu boca, se pierden mis sueños, y deliro herida, sumergiéndome en malas decisiones, mal destino, mal tiempo.
Voy por la vida con un arco humilde, ramitas afiladas y torpe destreza, intentando perforar las aves de mis miedos…
Caen tras mi huella: pájaros cenizas, pájaros negros, malos espíritus , malos pensamientos.
Todo queda en el camino, lejos de mi, lejos de mi suerte y mi cuerpo.
Todo queda en el camino, lejos de mi, lejos de mi suerte y mi cuerpo.
Pasará esta noche.
La oscuridad y la tierra germinaran selvas de verde profundo, el paisaje será un lugar amable para despertar el día, la vida líquida encontrará formas caprichosas y recorrerá la tierra y la distancia a un ritmo constante y bendito, mi respiración buscará en el vaivén de los árboles su melodía, y proseguir su canto, herbal y místico hasta el último día.
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