Cuando no tengo rostro soy el ave que imprime de vuelos el aire
Entonces la poesía nace mientras despierto y descubro que otra vez ha llegado el alba.
Siempre la selva se rebalsa y de sus forman caen cientos de arboles que van a parar a mis ojos
Algunos jaguares, algunas flores venenosas de dulce aroma y colores radiantes
Cuando no tengo nombre mi piel se parece al cielo y puedo ver como en mi superficie vuelan las naves, los globos aerostáticos, hermosos cometas, y cohetes espaciales, más allá… en mi profundidad las estrellas mueren y nacen las galaxias
Siempre que me siento morir vuelvo a las letras y me invento una vida nueva, un paisaje diferente, miles de puertas y ventanas abiertas, algunos niños en los jardines jugando en los columpios de los arboles.
Esta noche no voy a lamentarme, al no poder aullar desesperada prefiero morder mi labio y guardar silencio.
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