lunes, 5 de abril de 2010

A media luz.


La flor del silencio.

La nube de la locura.

El beso de la noche a mitad de almohada de la sombra.

Luna partida.

Herida de Neón.

Los rugidos de las bestias del infierno

atenazan los cristales de mis ojos.

A media luz de un verbo.

Nacen las crónicas de nuevos días.

Estallan los colores de las páginas predestinadas a la forma.

La magia es una canción conocida por el espíritu en el cuerpo dormido.

El cuerpo debe soportar el impacto del espíritu, y de su energía.

Soportar el calor, y el frío.

La constante vibración de disparos.

Lejanas flechas acuden certeras a nuestros nombres.

Los fantasmas nos buscan.

Necesitan ser escuchados.

Cuando estoy muy aburrida les presto atención.

Cuando estoy muy entretenida

Les canto para que duerman a medio colchón de un verso en mi menor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si de verdad me leyeras, si de verdad comprendieras la esencia de mi ser... sabrías que estoy aprendiendo que hay palabras que no se deben decir... hay momentos en que se debe guardar el corazón en su cajita de perfumes hasta el próximo invierno. Son como esas cosas del cuidado de las plantas y del jardín que nos ayudan a mantener la fe en nuestros sentimientos.
Si mi espíritu no ha podido florecer aún en esta tierra, lo mudare de este cielo a cielos nuevos. A un lugar donde las nubes no sean de tormentas o silencios.

Hay muchos libros de silencios y hay muchos libros de sueños que aguardan en los estantes, quizás es hora de que los lea, o que los beba como el néctar que me ayude a sanar de tanta mala suerte en mi corazón y en mis ideas.

Mi alma espera en los arboles, algún día la encontraras. Pero si la recuerdas, dile de esas palabras mágicas y veras como se acerca.