Si te acercas con los ojos cerrados,
Pero con las manos y el alma abierta.
Igual nos veremos.
Si te acercas sin oírme, sin hablarme, sin mirarme.
Pero abres tu alma a la dirección de mi alma.
Nos diremos de una forma tan dulce, todos los secretos del universo.
Y no importa si eres joven, si eres viejo.
No importa cuanto has llorado o has odiado antes.
Eso ya no esta.
Yo no lo veo.
No lo siento.
En tu alma esta el agua del lago de la eternidad.
De la infinitud, de la luz y el color, del perfume, y la música.
En tu alma esta la bienvenida al cielo.
En todo momento.
En tu alma y en tus manos.
Esta el sueño, mas real.
Al que se llega con el pecho abierto.
Con el corazón abierto a los sueños.
Si te acercas con ojos cerrados pero con el alma abierta
Igual me veras.
Igual te oiré aunque mis oídos no escuchen los sonidos del mundo.
Mis oídos te oirán.
Por que has abierto desde tu templo que es tu cuerpo, la voz de tu espíritu nuevo.
La voz eterna de tu alma me hablara.
Y será un silencio.
Y será como volar.
Como soñar, como besar.
Pero no me tocaras.
No te tocare.
Simplemente estaré en ti.
Como tu vives en mi y en todas las cosas.
Desde antes que aprendieras a respirar.
Y esto no es parte de la religión
No es parte de la filosofía.
Esto no es algo místico.
Esto es mi verdad de sueño real.
De sueño que palpita, y se revela desnudo.
Brillante antiguo y perfumado de verdad.
Y esta verdad simple, básica.
De amor primigenio, nos dice sin decirnos nada.
Que tu estas en mí desde siempre.
Por que estamos en todos, y todos están en nosotros.
(Esa es al parte más compleja del asunto)
Estamos en todos.
Pero no estamos ni en nosotros mismos.
No soy esto que te escribe, que te lee.
Soy aquello, que se acerca en silencio.
Y sin mirar te ve.
Y sin tocarte te siente.
Y sabe perfectamente de tu sabor a eternidad.
Del color de los perfumes de tus sueños.
Del sabor de tu alma en la primer hora de la mañana.
Del sonido de tu espíritu, mientras caminas a la luna, sin tu cuerpo.
Un inexplicable sentimiento de orgullo me llena al leerte esta vez. Suena a enorme, universal, invitación, a palabra dicha a un alguien que puede ser todos.
ResponderEliminarGracias por tanta belleza (si, otra vez belleza) por tanta verdad. Ah! Y por un poquito de esperanza que despierta este saber, ni místico, ni filosófico, ni nada, sólo verdadero, trascendente, único pero al alcance de todos… simple.